Hemos entrado en la era de la economía de la información, en la que los datos se han convertido en el activo más crítico de todas las organizaciones para alcanzar la transformación digital.
Las estrategias impulsadas por los datos son ahora un imperativo competitivo para tener éxito en todas las industrias. Apoyar los objetivos empresariales, como el crecimiento de los ingresos, la rentabilidad y la satisfacción del cliente, hacen que las organizaciones dependan cada vez más de los datos para tomar decisiones.
Las decisiones basadas en los datos son el núcleo de las iniciativas de la transformación digital, pero para proporcionar a la empresa los datos que necesita e impulsarla, las organizaciones deben resolver dos problemas al mismo tiempo:
Los datos deben ser oportunos, porque la transformación digital tiene que ver con la velocidad y la aceleración del tiempo de comercialización, ya sea proporcionando respuestas en tiempo real para los equipos de negocios o proporcionando experiencias personalizadas a los clientes.
Sin embargo, la mayoría de las empresas están atrasadas cuando se trata de entregar iniciativas tecnológicas rápidas. Y aunque la velocidad es crítica, no es suficiente.
Para que los datos permitan la toma de decisiones eficaces y ofrezcan experiencias notables a los clientes, las organizaciones necesitan datos en los que puedan confiar. Este es también un gran desafío para las organizaciones: Poder confiar en sus datos es permanecer en el lado correcto de la regulación y la confianza del cliente.
Según Harvard Business Review, una media del 47% de los registros de datos se crean con errores críticos que afectan al trabajo. La velocidad y la confianza suelen estar reñidas, por lo que es habitual que las organizaciones se centren en un solo factor, y no en el otro.
Muchas organizaciones optan por la velocidad para satisfacer las expectativas de facilidad y comodidad de los usuarios de datos y sus propias limitaciones Permiten a los desarrolladores codificar a mano las integraciones o realizar proyectos puntuales con integración de nicho.
Por otro lado, las organizaciones que intentan resolver el problema de la confianza en los datos suelen crear una cultura del «no» con el establecimiento de controles estrictos y un enfoque autoritario de la gobernanza. Pero esto requiere muchos recursos, es engorroso, restrictivo y lento. Esto puede obstaculizar la innovación y la agilidad tan necesarias para competir en el entorno empresarial actual.
Las empresas que operan con demasiada lentitud corren el riesgo de quedarse atrás.
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