1. Entrenamiento técnico: más que una necesidad, una inversión.
Cuando introduces nuevas herramientas y procesos, es esencial que tu equipo técnico esté a la altura. No basta con simplemente adquirir una nueva tecnología; hay que saberla usar de manera eficiente. Y aquí es donde entra en juego el entrenamiento. Al capacitar a tu equipo, te aseguras de que cada empleado pueda sacar el máximo partido a estas herramientas, evitando desfases en habilidades técnicas. Pero, ¿cómo lo logras? A través de sesiones de Q&A y aprovechando todos los recursos de aprendizaje online disponibles.
2. Sensibilizar a las áreas de negocio: el dato es el rey.
Pero no todo es tecnología. Es fundamental que las áreas de negocio de tu empresa entiendan y valoren la importancia del gobierno y calidad del dato en la nube. Cuando estas áreas se alinean con los objetivos del departamento técnico, la organización en su conjunto se beneficia. La clave está en llevar a cabo reuniones interdepartamentales y fomentar un diálogo abierto. Al hacerlo, creas una cultura en la que el dato es visto como el activo valioso que realmente es.